2006-03-06

Hoy lunes, 6 de marzo, el reloj de mi cuarto, marca la 01:25 am,
lo mismo que el de la cocina, ambos casi que armonizados...
Me han hecho recordar que soy esclava del tiempo,
de los años, los minutos los segundos.

El fantasma de tu recuerdo, se coló por mi ventana,
no pude hacer nada al respecto,
no te miento, sentí temor,
no temor de ti, sino de mi,
de mis ansias, de mis deseos, de mis caprichos.

Aunque fue absurdo e ilógico, concluí que
vencí el temor, ya no soy presa del desespero,
ni culpable de la sed de mis ojos,
o del odio que pudo haberse filtrado en mí.

Por fin, no duele recordarte, ya no hay heridas,
puedo contemplar las cicatrices de tres años,
pasión tortuosa que ya finiquitó,
"amor" intenso de época de confusión.

Y comprendí que al esperar tu regreso,
naufragué en un mar de obscuridad,
que mis plegarias ya nos son rezos
confusos que añoran tu presencia,
y que no habías robado mi alma,
sólo la habías sublimado hasta la sumo.

Gracias por haber existido
y haber sido parte de mi...