Una niña jugando a escribir,
conjugando y escribiendo en prosa
de verbos que no conoce,
evitando ser súbdita de ocasos desesperados,
de sí misma, de su otro yo...

Y ahora que se encontraba ante lo mismo,
quería creerlo distinto,
y aunque su esperanza se extingue,
rescata las ruinas del naufragio en su orilla
en vez de considerarlo todo perdido.

Ella sigue viviendo, aprendiendo significados,
cambiando sus precogniciones,
y aunque necesarios, no quiere más errores,
sabiendo que ya no son sólo reglas en juego.

Ya su vida no es una carrera plana
es vértigo en declive,
los laberintos no son callejones sin salida,
son su escondite, su guarida

Días en los cuales, ya no se tiene detalles de lo que sucede en tu viejo mundo, es desgarrador desprenderse de él, y saber que un pedacito de tí se inmola en el acto. Ya me es nauseabunda la vida orgánica, el roce de los cuerpos y la belleza centrípeta, y q a veces olvidamos que lo bello es lo sencillo, lo que emana vida desde adentro.

Y diganme ustedes que han concebido sentimientos que no se sabe que traen en sus bolsillos, si alegría o duelo. Pero, vil manía considerar que tienen algún secreto, vaya desilusión, nosotros somos los del secreto.

A veces creo q somos descendientes de escarabajos y gusanos, devoradores de carne y excrementos, incrédulos de lo espiritual, pero traficantes de ello... Y aunque lo creo vil, estoy de ejemplo yo... me inspiran más las entrañas que los ángeles.

Y como siempre, yo soy culpable, pero no quiero que me importe lo que piense. Jáctese de no tener vacía la cabeza cuando entienda lo que está dicho y se encuentra escrito... Igual, no vas a tener que pagar nada por hacerlo, ni por creerlo, porque mi pensamiento y fe hace mucho tiempo lo hizo...